Zero Carbon Building de Hong Kong

Los efectos del cambio climático afectan a absolutamente todo. Entre sus consecuencias más evidentes encontramos los desplazamientos de animales, la deforestación y desertificación de paisajes o el progresivo deshielo de los casquetes polares.

Pero también afecta a toda la red de infraestructuras de nuestras ciudades. Por ello debemos plantearnos una pregunta de sentido común: ¿cómo debemos construir las ciudades del futuro?

¿Cómo afecta el cambio climático a nuestras infraestructuras?

Estudios recientes de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han llegado a la conclusión de que los cambios en la temperatura, en el nivel de precipitaciones y el aumento del nivel del mar afectarán drásticamente a la red de infraestructuras de transporte, poniendo en evidencia la vulnerabilidad en carreteras y vías de ferrocarril.

Entre otras consecuencias encontramos:

  • Agrietamiento en el asfalto debido a las altas temperaturas y fuertes heladas.
  • Aumento en riesgo de incendios forestales y, en consecuencia, cierre de carreteras.
  • Inundaciones causadas por precipitaciones y mala gestión de drenaje que afectan a la estabilidad del terreno.
  • Aumento en los accidentes causados por las fuertes precipitaciones.
  • Fallos en el sistema de transporte por cortes de energía eléctrica y deterioro de vías férreas.

Evidentemente, esta serie de problemas podemos encontrarlos por igual en los edificios que forman nuestras ciudades. Y todo esto sin contar las pérdidas humanas y los sobrecostes de mantenimientos y reparaciones que conlleva una catástrofe climática como la que han vivido recientemente en el centro de Europa.

Inundaciones en Altenahr, Alemania, en 2021
Inundaciones de 2021 en Altenahr, Alemania. Foto: Martin Seifert en WIkipedia

Infraestructuras sostenibles, la clave del futuro

La Unión Europea aprobó en 2008 la Directiva 2008/114/CE sobre la identificación y designación de infraestructuras críticas europeas. Numerosas instituciones, entre ellas la Agencia Europea de Medio Ambiente, y científicos de todo el mundo han llevado a cabo amplios estudios analizando los desastres relacionados con el clima y las infraestructuras. ¿La conclusión? La que tod@s ya sabemos: debemos cambiar el modelo de las ciudades futuras.

Estas nuevas urbes, que la ONU propone en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, sustentan el crecimiento económico y el bienestar de sus ciudadanos en torno a sectores como la innovación, la investigación, la construcción de infraestructuras sostenibles y una industria más inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.

Las ventajas de la sostenibilidad

La sustitución de las viejas infraestructuras urbanas por otras más modernas y sostenibles convertirá las ciudades en lugares más habitables e inclusivos. Esto requerirá de una inversión billonaria a nivel global durante la próxima década pero, si lo hacemos bien, nos situará en la senda del crecimiento económico. A continuación, resumimos los principales beneficios que nos aportan las infraestructuras sostenibles:

  • Reducen la huella ambiental y de carbono

    Una mejor planificación urbanística con infraestructuras más sostenibles le evitarían al planeta unas 3,7 gigatoneladas anuales de CO2 en los próximos 15 años según The New Climate Economy.

  • Impulsan las energías renovables

    La descarbonización de la economía, junto al desarrollo de una red eléctrica digitalizada y descentralizada, podría llevar electricidad a los mil millones de personas en el mundo que no tienen acceso a ella.

  • Crean empleos verdes

    En el caso de las energías renovables, por ejemplo, se podría pasar de los 2,3 millones de empleos verdes actuales a unos 20 millones para el año 2030.

  • Impulsan un crecimiento económico verde

    La construcción de infraestructuras sostenibles constituye uno de los pilares de la nueva economía, basada en la acción por el clima y la sostenibilidad.

  • Reducen las desigualdades

    Las infraestructuras actuales no bastan para cubrir las necesidades más básicas de los países emergentes —acceso a agua potable, saneamiento, redes de transportes, etc.—, algo que podrían revertir las sostenibles.

Infraestructuras sostenibles en España

Quizás no lo sepas, pero España es el sexto país en el ranking mundial de edificaciones sostenibles que realiza la certificación BREEAM. ¡Y es un dato del que sentirnos orgullosos! Porque significa que, aunque aún nos queda mucho camino, estamos haciendo las cosas bien.

A continuación te presentamos algunos de los proyectos sostenibles que existen en nuestro país y que más nos gustan:

La EUIPO (Alicante)

euipo alicante
Foto: Facebook EUIPO

No es solo uno de los edificios más sostenibles de España, sino que encabeza el ranking. La sede de la Oficina de Propiedad Intelectual e Industrial de la UE está ubicada en Alicante y es el edificio más sostenible de nuestro país. Lo avala la certificación BREEAM y los múltiples recursos sostenibles de su construcción.

Un total de  82.000 metros cuadrados con sistema de detección de fugas, uso de madera, paneles solares, bomba geotérmica, aerogeneradores, plazas para coches eléctricos y bicicletas. Un punto fuerte es la orientación del edificio para captar la mayor luminosidad posible. Ningún puesto de trabajo está a más de 7m de distancia de un punto de luz… ¿Resultado? Un edificio sostenible que ahorra un 67% en el consumo de energía y un 70% de agua.

Las Huertas de Caramoniña (A Coruña)

Huertas de caramoniña
Foto: Abaloalonso.es

Desde que el casco histórico de Santiago de Compostela fuese declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985, el Ayuntamiento de la ciudad gallega ha potenciado la rehabilitación pública y privada de viviendas, edificios y del propio espacio urbano. 

En este marco, los arquitectos Elisabeth Ábalo y Gonzalo Alonso llevaron adelante la renovación de uno de los proyectos de arquitectura de edificios sostenibles más atractivos de la región. Se trata de las Huertas de Caramoniña. Esta se encuentra en el cinturón verde que rodea el casco histórico, un espacio que ha sido aprovechado con sus colinas, rampas e incluso pozos con la modernización de un canal superficial para resolver los problemas de accesibilidad entre los diferentes niveles y recuperar la actividad previa del lugar mediante la inserción de una serie de huertas.

Fundación Kutxa (Donostia)

Fundacion Kutxa Bank en Donostia
Foto: Kutxabank

Es el ejemplo perfecto, por eso tenía que estar en el listado de edificios sostenibles en España. La Fundación Kutxa fue pionera desde que en los años cincuenta se lanzara a la defensa de la sostenibilidad, no solo en el sentido arquitectónico, sino también como estilo de vida. Este parque de Donostia, cuenta con 25 hectáreas donde al menos un 65% de los materiales provienen de proveedores locales. El 98% del hierro empleado es reciclado y el 100% de la madera es FSC. Además cuenta con un sistema de drenaje sostenible, depuración de aguas residuales y un sistema lumínico de ahorro y eficiencia. Ser un edificio sostenible le ha llevado conseguir los certificados IHOBE, BREEAM y SITES.

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